martes, 14 de enero de 2014

Un funcionario de Zaragoza regularizaba a inmigrantes a cambio de dinero


Un funcionario de la Oficina de Extranjería de Zaragoza cobraba hasta 3000 euros a inmigrantes en situación irregular para concederles su autorización de residencia
Entre 900 y 3.000 euros era la cantidad que cobraba, presuntamente, un funcionario de la Oficina de Extranjería de Zaragoza a los inmigrantes que se encontraban en situación irregular por concederles una autorización de residencia en España, según las investigaciones realizadas por la Guardia Civil.


Estos datos se desprenden de la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil tras recibir una denuncia alertando de presuntas irregularidades en la Oficina de Extranjería de Zaragoza. Tras recibir el aviso, la benemérita comenzó sus investigaciones y, tras muchas horas de escuchas telefónicas y de seguimientos, han descubierto una trama de regularización de inmigrantesencabezada por el funcionario Joaquín María P.A., quien se servía de otras cuatro personas de origen marroquí para “captar” inmigrantes. Tras el pago de estas cantidades, les facilitaba los trámites y les asesoraba sobre los mismos, o incluso les ofrecían contratos de trabajo en el taller de uno de los miembros de la trama. Además, Joaquín, el funcionario, era el encargado de resolver los recursos interpuestos contra resoluciones de denegación de autorizaciones de residencia.
Según el informe elaborado por la Guardía Civil al que ha tenido acceso Aragón Press, y que forma parte del sumario de 1.646 folios que obra en el Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza, los miembros de esta organización tenían dos escenarios de actuación para contactar con inmigrantes en situación irregular: bares de Zaragoza y en el interior de las propias oficinas de Extranjería en la Delegación del Gobierno en la capital aragonesa. Posteriormente continuaban con sus negociaciones por vía telefónica, llegando a registrarse hasta 14.501 llamadas, en las que se hablaba de papeles, de los requisitos que se necesitaban o de que si ya se había conseguido porque había personas nerviosas ante retrasos.
Sin duda es una pena que haya personas que intenten lucrarse de esta forma aprovechándose de la situación de necesidad de otras personas. Se nos llena la boca de hablar de los recortes y la mala situación del país, pero siempre hay alguien que se beneficia de la mala situación, somos, por desgracia, un país de pillos, de traca y de pandereta.

Fuente parainmigrantes. info
Opinión final propia.

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