viernes, 28 de abril de 2017

Agenda 2030, mucho por hacer

Multilateralismo, clave para potenciar Agenda 2030 para Desarrollo Sostenible

Este es un artículo de opinión de Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).



Alicia Bárcena, durante una de sus participaciones en el primer Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, en Ciudad de México. Crédito: Cepal


MÉXICO, 27 abr 2017 (IPS) - El cierre del año pasado y el inicio del actual llevan impresa la huella de cambios muy significativos y enormes incertidumbres, aunque también registran algunos avances notables y grandes oportunidades tanto a nivel global como para América Latina y el Caribe.



La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos (ODS), aprobados en septiembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, representan una importante hoja de ruta hacia la construcción de un nuevo y ambicioso consenso de la comunidad internacional en torno a la necesidad de mayor cooperación para corregir asimetrías y sentar las bases de un sistema multilateral abierto, sostenible y estable.



La Agenda 2030, civilizatoria, universal e indivisible, pone en el centro la dignidad e igualdad de las personas y por lo tanto requiere la más amplia participación de todos los actores, incluyendo los Estados, la sociedad civil y el sector privado.



El actual contexto, marcado por el debilitamiento del multilateralismo, el retorno del proteccionismo y el ascenso de movimientos políticos extremistas, merma los avances de dicho consenso global, presenta un grave desafío para la economía mundial y pone en riesgo el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.



En nuestra región enfrentamos un escenario complejo de menor crecimiento económico, con avances notables como el proceso de paz en Colombia, y también grandes incertidumbres en el futuro político y económico de la región, en un año de elecciones y antesala de comicios claves.



La coyuntura económica desfavorable y los bajos niveles de inversión que impactan en la productividad y limitan el cambio estructural necesario para avanzar hacia un nuevo estilo de desarrollo amenazan los logros sociales alcanzados por los países de nuestra región en las últimas décadas, en particular la reducción de la pobreza y de la desigualdad.



Esto es preocupante ya que hoy en día la pobreza aún afecta a 175 millones de latinoamericanos y caribeños, 75 millones de los cuales encaran cotidianamente la indigencia.



Por ello resulta apremiante que la agenda civilizatoria para la igualdad que entraña la Agenda 2030 tenga identidad y domicilio en América Latina y el Caribe. Que desde nuestra historia y condiciones, desde nuestra rica diversidad y esperanzas compartidas le demos rostro nuestro, instituciones nuestras, le imprimamos las urgencias que nuestra realidad reclama.



La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) ha enfatizado que no solo en lo social se juega lo social y que el manejo macroeconómico y las políticas industriales, de innovación y tecnológicas son cruciales para resolver los problemas sociales.



Tampoco la productividad y el cambio estructural se juegan solo en el campo económico. De hecho, la inversión social aumenta la productividad y genera externalidades positivas en todo el sistema, mientras que su falta acarrea costos y pérdidas de ingresos.



En la dimensión ambiental, los países de la región deben orientar sus esfuerzos por elevar la inversión y fortalecer las capacidades tecnológicas en los países en desarrollo, con el objetivo de desacoplar el crecimiento del producto interno bruto del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes a través de un gran impulso ambiental.



En este contexto, los países de nuestra región, comprendiendo la urgencia de los desafíos que enfrentan en esta coyuntura y la necesidad de potenciar la voz de la región en los foros globales sobre desarrollo sostenible, crearon el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible que busca propiciar, a través del intercambio de experiencias, buenas prácticas y aprendizajes compartidos, la colaboración entre pares e impulsar una implementación íntegra, coherente y más eficiente de la Agenda 2030.



El Foro, que celebra su primera reunión del miércoles 26 al viernes 28 de abril en Ciudad de México, es un mecanismo anual que pone en marcha una nueva metodología de participación multi-actor y sus resultados serán una contribución regional al Foro Político de Alto Nivel, que sesiona cada mes de julio en Nueva York.



Este Foro proporciona un espacio en el que los países de la región pueden reflexionar sobre cuáles van a ser sus estrategias y prioridades de desarrollo a mediano y largo plazo, fortaleciendo asimismo la integración regional como una herramienta esencial para enfrentar los desafíos del contexto global.



Hoy más que nunca debe ser promovida y ampliada la cooperación y la integración sobre bases multilaterales. La Agenda 2030 y los ODS son universales no sólo en el sentido de que buscan incluir a todos los países y de que su cumplimento sólo hace sentido si es pensado a escala planetaria. Lo son también porque los esfuerzos nacionales pueden ser potenciados o severamente comprometidos si no hay cooperación global y regional.



Revisado por Estrella Gutiérrez

Fuente: IPS, Inter Press Service

jueves, 27 de abril de 2017

Cuando se unen las ganas de cambiar el mundo de varias personas


UN SUEÑO COMÚN CONVERTIDO EN LA ONG 'FEEL ADWA'


Todo comenzó en agosto de 2014.

Cuando Sara, de 21 años, graduada en educación primaria bilingüe con mención en inglés y pedagogía terapéutica, movida por su espíritu viajero y ansiosa por sumar nuevas experiencias, decidió embarcarse en un voluntariado internacional formando parte de la ONG Madreselva. Su destino aquel verano fue Zway, una ciudad en el sur de Etiopía.

En este proyecto organizado por la Universidad de Sant Louis, Sara conoció a Laura, una estudiante de medicina de 24 años, y allí comenzó todo. Unidas por el destino y por su visión solidaria estas dos compañeras de aventuras comenzaron a soñar con cambiar el mundo uniendo sus dos fuertes; educación y salud, pilares básicos de la sociedad.

Gracias a esta experiencia, Sara y Laura se dieron cuenta de que el nivel de inglés de los niños etíopes era tan bajo que podía cerrarles puertas a la hora de poder continuar con sus estudios en el futuro; ya que, en Etiopía a los 14 años todos los niños están obligados a realizar un examen de nivel para poder seguir su formación académica.


A su regreso a España, Sara y Laura se pusieron manos a la obra y decidieron organizar ellas mismas un campamento de verano en Adwa, en la zona norte de Etiopía, para que los más pequeños pudieran seguir aprendiendo inglés y así tener más oportunidades de poder acceder en el futuro a estudios superiores. Contaron con la ayuda de Nieves Crespo, una hermana salesiana que lleva más de 11 años viviendo en Zway, que les puso en contacto con las Hermanas Salesianas de Adwa. Les presentaron el proyecto y estas accedieron a cederles sus instalaciones de Kidane Mehret.

En agosto de 2015 el primer campamento Adwa se hizo realidad, y donde esperaban a recibir en torno a 200 y 300 niños de entre 6 y 18 años, finalmente terminaron siendo 800, todos ellos ansiosos por aprender inglés.

Como la actividad prometía convertirse en algo mucho más grande, decidieron iniciar los trámites para constituirse como ONG. Tardaron solo un mes y medio gracias a todas las facilidades que encontraron al tener a suerte de que uno de los voluntarios es abogado y participó activamente en el proceso.

Además, el apoyo de las Hermanas Salesianas resultó fundamental, ya que su actividad desde hace años en Etiopía ha respaldado el nuevo campamento ante la comunidad y las instituciones locales.

De hecho, tal y como nos cuentan Sara y Laura, "el ministro de educación de Tigray, la región en la que se encuentra Adwa, nos visitó el primer año del proyecto en uno de los días más divertidos de la semana, ya que vivimos un desfile en el que las clases presentaban el final de la semana conmemorando países del mundo".


El objetivo principal de Feel Adwa es motivar a todos los alumnos que acuden al campamento. Inculcarles la importancia del inglés en Etiopía y darles la oportunidad de disfrutar con el idioma para multiplicar las posibilidades de que continúen con sus estudios. También se integra el deporte, ya que es una forma encubierta de aprender tanto inglés, como valores. Valores como el respeto, o fomentar el papel de la mujer en su sociedad a través del juego y la educación.
Para ello, el campamento está estructurado en torno a cuatro temáticas, divididas en las semanas que tiene el mes: Nature, People, Science y World. Así, en la semana de Nature se trabaja con el vocabulario de los animales, colores, el tiempo y la naturaleza, en la semana de Science les inculcan los principios básicos de la salud pública como lavarse las manos antes y después de comer, en la semana People trabajan temas como la familia, las emociones, las partes del cuerpo y las profesiones y en la semana World les enseñan las culturas y tradiciones de los diferentes países del mundo.

Las clases y las actividades están diseñadas y diferenciadas por edades. Los viernes son días especiales en Camp Adwa, ya que se junta todo el campamento y se organiza una actividad general como un concurso de talentos o un desfile por países.

¡Por las mañanas se empieza el día con energía! Cantando las canciones del campamento, alabando a la Madre Tierra Etiopía cantando el himno nacional y rezando. Y a las 9 dan comienzo las clases.

Camp Adwa cuenta con la ayuda de 3 profesores locales etíopes por clase, lo cual favorece la comunicación entre alumnos y voluntarios y da pie a un enriquecimiento cultural mutuo.

Y por las tardes se integra el deporte como forma de aprendizaje. Durante el mes los niños van rotando en los deportes. Las opciones que hay son fútbol, baloncesto, volleyball, juegos populares y baile.


Además Camp Adwa proporciona una alternativa al verano de estos niños. Un niño etíope, en esas edades estaría trabajando, cuidando la casa o al ganado. O si no, en la calle. Y el ocio de la calle que un niño se pueda encontrar, no es el más apropiado. Así, con esta actividad se aseguran de que los niños están aprendiendo, y están "a salvo".

Actualmente, 15 voluntarios se encuentran trabajando para preparar el campamento de verano de 2017. Al tratarse de un grupo de jóvenes que compatibilizan sus estudios con este proyecto, las herramientas de trabajo online suponen un gran aliado para ellos, aunque también consideran muy importante las reuniones presenciales ya que ayudan a consolidar el grupo de voluntarios y hacen que la comunicación entre todos sea mucho mejor.

"Exigimos que una tarde a la semana sea por lo menos para trabajar en las actividades que se llevarán a cabo en Adwa. Cabe destacar que todo lo que se hace en Etiopía está previamente trabajado desde España. Para integrar a los nuevos voluntarios fomentamos el trabajo coordinado entre voluntarios veteranos y los nuevos integrantes", nos explica Sara.

Ellas están en comunicación constante con las Hermanas Salesianas y con las personas que les ayudan a organizar el campamento en Etiopía, recibiendo información actualizada sobre las inscripciones de los niños en el campamento, para ajustarse a las actividades.

Además, cuentan cada año con las instalaciones que la congregación tiene en Adwa, que se componen de: el colegio, habitaciones para los voluntarios y ahora un nuevo hospital, con lo cual la estancia se hace mucho más fácil al encontrarse todo en el mismo recinto.


En cuanto a la selección de los voluntarios para el campamento de este año, han sido más exigentes, ya que al tratarse de una actividad tan específica estos deben tener unos conocimientos imprescindibles: contar con un nivel de inglés medio-alto, tener experiencia dando clases a niños, y si ya tienen experiencia previa en el mundo del voluntariado tanto a nivel nacional como internacional, mucho mejor.

"Este año como novedad, hemos tenido unas jornadas de selección del equipo, en el que además de la coordinadoras, una persona externa y experta en selección de personal, hemos valorado la personalidad de los candidatos siendo la asertividad, positividad, el saber trabajar en equipo algunos de los ítems valorados", nos cuenta Laura.

Además, ambas tienen muy claro cuáles deben ser las características que debe tener una persona que quiera involucrarse en una actividad de este tipo: "Es muy importante saber cuál es el objetivo del proyecto en el que quieras participar y qué labor vas a realizar como voluntario. Es común pensar que hacer un tipo de voluntariado en un país en vías de desarrollo va a suponer un cambio en tu manera de afrontar tu vida. Solemos recordar que un voluntario debe estar en su cien por cien emocionalmente para poder dar lo mejor de él en el proyecto esté y así afrontar mucho mejor las dificultades con las que nos encontramos".


Ellas son Sara María García y Laura Mugüerza, las protagonistas de esta historia. Y dos de los más de 15 voluntarias y voluntarios que hacen posible que cada año los niños de Etiopía estén más cerca de un futuro con el acceso a la educación que todos los niños se merecen.

Porque, como decía Nelson Mandela: "La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo".

Sara y Laura decidieron apostar por su idea para convertirla en el proyecto que es ahora Feel Adwa, y están convencidas de que la base del éxito para cualquiera que quiera poner en marcha un proyecto que transforme el mundo son: "motivación, esfuerzo, mucho trabajo, autocrítica y resiliencia. Y por supuesto ¡mucha energía e ilusión!".

Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=Y0GcHfmdDXE&feature=youtu.be

Fuente: hacesfalta.org/voluntariado
             Fundación hazlo posible.