lunes, 18 de febrero de 2013

La crónica de un desahucio

Hoy os vamos a contar la crónica de un desahucio vivido en directo.
 
Esta historia comienza el pasado sábado cuando recibo un wapp de una amiga que me cita a las 9:30 del lunes en el número 9 de la calle Padre Feijo para intentar paralizar un deshaucio de una anciana de 85 años. Al mismo tiempo en todos los telediarios de todas las cadenas de televisión y emisoras de radio salía la noticia de que el señor Diego Torres, después de 9 horas de declaración ante el juez, presenta la friolera de 197 correos electrónicos, los cuales todavía hay estudiar, esto ya me cruje, pues en un juicio por despido improcedente su Señoría me preguntó si yo tendría algún inconveniente en que mi correo fuera intervenido judicialmente para demostrar la validez de unos correos presentados por la acusación, que no por mi. Me pregunto si al señor Torres y al señor Urdangarín no les fueron confiscados sus ordenadores, al igual que los de la Fundación Noos ¿?. Parece ser que en esos correos se demuestra "presuntamente" que toda la Casa Real estaba al tanto de los negocios del señor Urdangarín. Evidentemente no hay ningún cominicado oficial por parte de la misma y las imágenes muestran al Principe Felipe esquiando en el Pirineo oscense muy tranquilo y relajado. En estos momentos ya me entran las ganas de vomitar y decido que el lunes me presento en la calle Padre Feijo, por lo menos para gritar.
 
Aurelia es una anciana de 85 años que lleva habitando la vivienda sita en el número 9 de la coruñesa calle Padre Feijo desde hace más de tres décadas, paga un alquiler de 126 € al mes, el cual descuenta de su pensión de 356 €. Se atrasó en el pago de las cuotas, alguna que otra vez, y la familia Pereira, dueña del inmueble presentó orden de desahuicio.
 
No conozco a Aurelia, como tampoco conozco a la familia Pereira, pero entiendo que ya no puedo callar por más tiempo. Quizá la familia necesite este piso, sito en un barrio de los más prohibitivos de la ciudad, para alguien de su familia o para uso propio, están en todo su derecho, pero si es así, hay formas y formas de llevar a cabo las cosas.
 
Sobre las diez de la mañana, cuando todos los allí reunidos estábamos esperando a los funcionarios judiciales vimos como llegaban dos furgones antidisturbios de la policía nacional y por otro lado la policía local iba desviando el tráfico, cada vez menos, que llegaba a la calle. Allí podíamos escuchar desde "Aurelia se queda, Aurelia no se va", "queremos un pisito como el del principito", "no es crisis es corrupción", "o todos en el ajo o todos al carajo", "no son desahucios, son asesinatos" o "no
puede ser los pobres desahuciados y los ricos al poder", "ni casa sin gente, ni gente sin casa".
 
Cuando ya creíamos paralizado el deshaucio y algunas de las personas concentradas ya habían abandonado el lugar, la policía escoltó a la comisión ejecutoria y se montó el paisaje más penoso que hemos tenido que presenciar en un país que presume de haber tenido una transición ejemplar y vive en democracia. Creo que aquí se impone la invención de un nuevo nombre "corrupcracia", pues eso es lo que nos desayunamos todos los días en este país.
 
Sobre las 14.30 horas se han producido incidentes entre la policía y los manifestantes que continuaban, o habían sido convocados de nuevo, concentrados en la calle Padre Feijo. Las calles del entorno a la plaza de Lugo permanecieron cortadas y tan sólo dejaron acceder a los periodistas. Aunque, algunos muy listos se saltaron el cordón policial entrando en Zara Home y saliendo por la puerta de la calle Padre Feijo. En el segundo intento de proceder al desahucio, algunos bomberos, ¡olé! por ellos, se negaron a cortar la cadena de la puerta. Uno incluso cogió la pancarta de una persona de stop desahucio y se tapó la cara con ella, me imagino que por medio a  represalias, y nos dijo que él no lo hacía. Mientras que en el exterior había varias personas encadenadas otras acompañaban a Aurelia Rey en su casa. Pasadas las tres de la tarde, la gente ha roto el cordón policial y ha tomado la calle después de que agentes municipales y otro grupo de bomberos tratasen otra vez de acceder a la vivienda. La presión ciudadana consiguió, y es algo que me llena de orgullo, que se retirase la policía local, los bomberos y los funcionarios judiciales. Fue un espectáculo lamentoso, el portavoz del BNG, Xosé Manuel Carril fue golpeado y tenía el rostro lleno de sangre, no quiso hacer declaraciones a los medios. El señor Francisco Jorquera, que ya iba camino de Santiago después de estar toda la mañana aquí, volvió y fue arrastrado unos cuantos metros por la calle. Otro tanto se llevó el portavoz de Izquierda Unida, César Santiso. Lamentable, bochornoso.
 
Y nosotros, que a las 12:30 cantábamos "Si se puede..."
 
A las 09:30 horas de mañana martes en los juzgados de A Coruña, habrá una nueva vista del caso. La plataforma Stop Desahucio convoca a toda la ciudadanía frente a los juzgados, pues por desgracia esta crónica no está finalizada.

Doy gracias a María Cheda, periodista de Antena 3 y Laura Fraga, organizadora de eventos y que debería de haber ido a hacer un examen, pero solidaria ella ahí estaba, por dejarme fotografiarlas. Y aunque no cuelgo aquí mis fotos os dejo un enlace de la Voz de Galicia, pues tienen mejor calidad que las mías hechas con el móvil y mis nervios.

Enlace:

http://www.lavozdegalicia.es/album/coruna/2013/02/18/imagenes-desahucio-coruna/01101361206046547149352.htm


 

 
 
 




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